Donald Trump

(Foto: AP Photo/Matt Rourke)

 

Hoy, para pesar de muchos y alegría de otros tantos, Donald Trump asumirá la presidencia de los Estados Unidos luego de una encarnizada campaña electoral. A pesar de lo dicho, este artículo no trata de un tema netamente político, sino de tecnología.

Como todos ustedes pueden imaginar, la seguridad que rodea al presidente de los Estados Unidos es impresionante en todo sentido. Las restricciones, controles y barreras de seguridad para las comunicaciones son primordiales para el Servicio Secreto (institución encargada de la seguridad del presidente) y esto implica el teléfono celular que el mismísimo presidente va a usar.

Dicho esto, la política del Servicio Secreto es cambiar el dispositivo que usa el presidente electo por uno modificado para contemplar las medidas de seguridad. Curiosamente, estas medidas (según fuentes como el New York Times) terminan convirtiendo al smartphone en un dispositivo muy limitado, al tener restringidas las llamadas, fotos y apps (como en una ocasión lo contó el mismísimo Barack Obama).

 

OBAMA BLACKBERRY

(Foto: Reuters)

 

El caso del presidente saliente, el súper carismático Barack Obama, fue particular. Obama usaba desde que asumió el cargo en 2009 un smartphone Blackberry, modificado para alcanzar los estándares de seguridad de la Casa Blanca. Durante 7 años, Obama usó su Blackberry a pesar de lo obsoleto que se había convertido y fue recién el año pasado en el que pudo tener un «upgrade» a un iPhone (se desconoce el modelo), pero con funcionalidades muy restringidas.

En cuanto a Donald Trump, el nuevo presidente, sabemos que su smartphone personal es un Samsung Galaxy. Sin embargo, la agencia de noticias Asociated Press ya ha reportado que el Servicio Secreto ha cambiado su dispositivo por otro que cumple los requerimientos de seguridad. Es decir, que el nuevo dispositivo tendrá llamadas y comunicación multimedia (incluyendo emails) restringidos, no tendrá opción para instalar aplicaciones, etc. Todo parece indicar que será un dispositivo similar al iPhone de Obama.

Es curioso que a pesar de todo el presupuesto y la tecnología, el smartphone del presidente de los Estados Unidos termine siendo «downgradeado» por temas de seguridad.