Singularity

Si hablamos de shooters que Activision Blizzard tiene guardas en el congelador, Singularity es uno de los ejemplos, por más dolorosa que pueda ser. Se trata del último trabajo que hizo Raven Software antes de pasar a ser un estudio dedicado completamente a apoyar en las entregas de Call of Duty. Hoy el nombre de Raven es ampliamente conocido por ser el «estudio soporte» de Warzone, el battle royale de la saga. Y Xbox podría darle la oportunidad de resurgir gracias a que le ganaron le juicio a la FTC y la adquisición de los también creadores de Starcraft es inevitable, como diría Thanos.

Para quienes no tenían conocimiento previo respecto a Singularity, se trata de un FPS ambientado en una isla ficticia llamada ‘Katorga-12‘. Lo que empieza como una misión de reconocimiento, terminas involucrándote con un dispositivo llamado ‘Time Manipulation Device‘ el cual permite envejecer o rejuvecer objetos, así como aplicar pulsos de energía para derribar a enemigos. Todo bajo una ambientación que involucra a la antigua Unión Soviética y un elemento conocido como ‘E-99‘ que jugará un papel importante en el viaje ‘espacio-tiempo‘ que irá revelándose conforme avanzas.

Singularity

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En su momento causó un fuerte impacto en mí porque se notaba que Raven quería beber mucho de otros juegos que habían hecho lo suyo como Half-Life, pero dándole sus toques paranormales que ya habían dominado bien en juegos como ‘Wolfenstein‘ de 2009, cuando en aquella ocasión intentaron hacer una suerte de ‘sandbox‘. Tener un dispositivo de manipulación en el tiempo permitía que el FPS no se quedará únicamente con la capa de ser ‘un shooter más’ ya que introducían algunos momentos de puzzles donde debías sortear ciertos obstáculos rejuveneciendo o envejeciendo objetos.

El juego causó gran sorpresa cuando se lanzó al mercado, pero Activision Blizzard no quedó nada impresionado, en especial porque se reporta que vendió por debajo de las 400.000 copias descartando completamente cualquier interés de seguir explotando la marca. En 2015, Raven Software publicaba la portada de Singularity en su cuenta de Twitter asegurando que «iban a regresar«. Nunca más volvieron a hablar del tema.