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La primera película de acción en vivo de Resident Evil no es nada especial, pero al menos logra entretener con sus secuencias de acción exageradas, sangre, y protagonistas relativamente interesantes. Lamentablemente, cualquier característica positiva que pudo haber presentado esta primera entrega, fue absolutamente destruida con su descerebrada primera secuela, Resident Evil: Apocalipsis.

Si el primer filme era algo sonso, Apocalipsis es diez veces más tonto. Si las secuencias de acción y suspenso eran algo exageradas, en este filme son totalmente inverosímiles. Y si los efectos visuales no eran nada del otro mundo, acá son casi impresentables. Resident Evil: Apocalipsis es de las más aburridas e innecesarias adaptaciones de un videojuego que jamás se hayan estrenado, una producción sin una gota de ingenio, emoción o historia. No es que las cintas posteriores sean particularmente buenas, pero al menos ninguna de las otras secuelas volvió a caer tan bajo como esta segunda parte.

¿Qué trama?

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Nuestra protagonista, Alice (Milla Jovovich) despierta en medio de un laboratorio para descubrir que todo lo que había tratado de prevenir en la primera película se ha hecho realidad: Raccoon City ha sido infectada por el T-Virus, y la mayoría de sus habitantes han sido transformados en zombies. Y lo que es peor, la nefasta Umbrella Corporation ha comenzado un proceso de cuarentena, y piensa borrar la ciudad de la faz de la tierra.

Descubriendo que han hecho un experimento de ella, y poseyendo una serie de nuevos poderes sobrehumanos, Alice se junta con un grupo de sobrevivientes, en el que encuentran Jill Valentine (Sienna Guillory), ex-miembro de un grupo especial táctico, y Carlos Oliveira (Oded Fehr, La Momia), líder del equipo STARS. Juntos, tratarán de sobrevivir a las legiones de zombies, lickers, y hasta al monstruoso Némesis, para poder escapar de la ciudad.

Súper Alice

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A pesar de ser más un thriller que una película de terror puro, la primera Resident Evil contiene suficientes jump scares y momentos sangrientos como para perturbar a muchos de sus espectadores, al menos de rato en rato. Apocalipsis, en cambio, es una cinta de acción pura, más preocupada por presentar balaceras, combates mano a mano, y explosiones, que momentos verdaderamente escalofriantes. La película no da miedo ni por un segundo, y aunque avanza a un ritmo frenético y no deja de soltar escena de acción tras escena de acción, jamás logra desarrollar tensión.

Esto se debe a dos factores: a la inverosimilitud de sus escenas de acción, y la invulnerabilidad de su protagonista. Lo primero es simple; toda balacera y pelea es presentada de manera tan exagerada, tan poco creíble, que uno jamás siente que los personajes estén en peligro real. Todo se ve demasiado falso. Consideren, por ejemplo, la escena de la iglesia, en donde Alice entra volando en una motocicleta por una ventana, salta, y en el aire dispara con sus metralletas con un efecto Bullet Time al más puro estilo de Matrix. Se ve tan ridículo, y las acciones de Alice se ven tan poco creíbles, que es imposible tomarse la escena —y el filme en general— en serio.

Lo segundo tiene un poco que ver también con el ejemplo anterior. Un héroe o heroína vulnerable, con aparentes debilidades, humano y con sentimientos, siempre va a ser más interesante que una máquina de matar invencible sin sentimientos. Desafortunadamente, esto último sirve, precisamente, para describir a Alice a la perfección. Es imposible relacionarse con ella porque no parece humana; no tiene una personalidad particularmente interesante, y parece estar dedicada únicamente a matar, matar y matar. No hay alguna motivación intrigante o proceso de pensamiento aparente; es como un videojuego, pero sin la interacción.

Actores desperdiciados

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Considerando eso, podría uno admitir que Milla Jovovich hace un buen trabajo como Alice; es convincente como un personaje plano e invencible. Lamentablemente, esa es precisamente la razón por la cual el personaje no funciona para nada. El resto del reparto no hace un mal trabajo —el problema es que sus personajes son estereotipos absolutos. Oded Fehr (quien tuvo un papel memorable en las dos primeras cintas de La Momia) es el militar noble; Jared Harris es el científico con una conciencia; Iain Glen (Juego de Tronos, Tomb Raider) es el científico maligno; Mike Epps es el personaje cómico, y Sienna Guillory interpreta al único personaje del videojuego que ha sido adaptado con algo de respeto.

Y hablando de eso, a pesar de que contiene varios detalles que parecen haber sido sacados de los juegos, no puedo llegar a admitir que Resident Evil: Apocalipsis sea una adaptación particularmente fiel de la venerable saga de Capcom. Jill Valentine tiene un rol importante, pero el personaje estuvo mejor escrito (con Sandwich de Jill y todo) en los juegos que en el filme. Y Némesis, a pesar de mantener su diseño original, no es particularmente imponente, comportándose más como un monstruo bruto con metralletas, que como un enemigo digno de las habilidades de Alice. El enfrentamiento final entre ambos es decepcionante, escenificado más como un combate de la WWE que como una épica pelea entre ex amigos.

Lamentable

QUOTE - Resi Apocalipsis

La película carece de atmósfera o de cualquier calidad visual que merezca ser mencionada. El director, Alexander Witt, un chileno con mucha experiencia como director de segunda unidad en grandes producciones Hollywoodenses, parece estar más interesado en filmar explosiones y balazos que momentos de interacción entre personajes. El filme avanza demasiado rápido para su propio bien, lo cual resulta en una trama que, paradójicamente, es demasiado sencilla, pero también muy difícil de absorber. La dirección de fotografía es cumplidora, al menos, pero los efectos visuales y de maquillaje dejan mucho qué desear. The Walking Dead tiene mejores zombies.

Resident Evil: Apocalipsis es una película deficiente en casi todo sentido. Es una decepcionante adaptación del videojuego —cada vez menos parecida a la historia que nos ha ido contando Capcom a través de varios títulos memorables—, una terrible película de zombies, y un thriller sin emociones, una cinta de acción sin tensión ni suspenso ni nada. Es de los filmes más vacíos que jamás haya visto, y aunque las películas de Resident Evil que se estrenaron posteriormente tampoco llegan a convencer del todo, al menos no son tan aburridas y deprimentes como esta entrega. No se la recomiendo ni a los fanáticos más acérrimos de Resident Evil.