Celeste es un juego sobre la ansiedad, las inseguridades y las dificultades a la hora de perseguir nuestros propios objetivos

Celeste inicia con Madeline sin saber a donde ir, con el único objetivo de trepar una montaña. Es esta premisa la que lleva a lo que fue una de las aventuras más valiosas de los últimos años. El gameplay de este juego es similar a Towerfall, con el objetivo de avanzar poco a poco en la montaña y explorar diferentes ubicaciones. En momentos, puede ser bastante difícil, pero nunca logra sentirse imposible. Cada muerte e intento fallido es solo motivación para seguir intentando, mientras Madeline busca entenderse a si misma.

Celeste

Madeline es uno de los personajes más humanos que han aparecido en un videojuego. Es una persona seria y silenciosa, que no se ve a si misma como un ser talentoso. Estas inseguridades se reflejan en Badeline, una versión «malvada» de la chica que busca que abandone su búsqueda en montaña. No quiere matarla o eliminarla, solo quiere que simplemente regrese a casa. La forma en la que Badeline inferfiere con el progreso de Mad mientras ella solo busca evadirla es un interesante reflejo de como nosotros podemos ser.

A lo largo de su aventura, la protagonista se encuentra con otros personajes con sus propias preocupaciones. Theo es un fotógrafo que también busca trepar la montaña, mientras que Madeline también conoce a un fantasma que era dueño de un hotel ahora abandonado. Ver a una persona que utiliza el optimismo para esconder sus miedos. Y a un fantasma que solo busca ignorar todo lo malo que le ha pasado. Ambos muestran diferentes reflejos de como las personas se enfrentan a sus mayores cargas.

Celeste

Es esta exploración sobre la salud mental y el autoestima lo que hacen a Celeste uno de los mejores juegos de la década.