
Sony presentó la PS5 Pro en noviembre de 2024 como una alternativa para quienes buscaban un mejor rendimiento en los juegos al incorporar novedades como un GPU 45 % más rápido, trazado de rayos avanzado y tecnología de escalado de resolución mediante inteligencia artificial. Sin olvidarnos de una SSD de 2TB, y salida de imagen en resolución 8K. Aún así, la consola no estuvo exenta de polémicas, como la no inclusión de una lectora de discos, que se vendía por separado a $79.99 USD.
La compañía, con sedes en Japón, Estados Unidos y Europa, quería nuevamente jugar su mejor carta, similar a lo que hicieron con la PS4 Pro, lanzada en 2016, y que vendió aproximadamente 23 millones de unidades, representando cerca del 20 % de las ventas totales de la familia PlayStation 4.

Sin embargo, las cosas no han salido como esperaba para Sony. Una recopilación de datos elaborada por la firma de investigación de mercado Circana (vía Mat Piscatella), reveló que, al menos en Estados Unidos, las ventas de la PS5 Pro quedaron por debajo del rendimiento de ventas que hizo la PlayStation 4 Pro en su momento, pese a que la consola disfrutó de un «comienzo sólido», según analistas, con ventas unitarias «en el mismo rango que el lanzamiento de la PS4 Pro».
No obstante, hay algunas consideraciones que podrían explicar el por qué ha sucedido esto con la PS5 Pro como el precio significativamente más alto que la PS4 Pro (US$700 frente a US$400). Sony, por su parte, ha mantenido reservas de las ventas oficiales de la PS5 Pro, pero sí las incluyeron dentro de las ventas generales de la PlayStation 5 que hoy está a solo 1.5 millones de unidades por detrás de la PS4.