Skull and Bones es Assasins Creed IV sin todo lo que tiene que ver con Assassin’s Creed. Esto se hizo claro en la presentación de Ubisoft del E3 2018. En donde pudimos ver el juego por primera vez. O en este caso por segunda si ya estas familiarizado con Black Flag. Eso no es necesariamente malo, pero también al mismo tiempo me hizo extrañar muchas de las opciones que teníamos cuando jugábamos como piratas en la cuarta entrega de la serie.

Es casi como Assassin’s Creed IV otra vez

Casi todas las mecánicas de Skull and Bones han sido recicladas del juego anterior. Si no fuera por el nuevo y colorido menú. Serian inconfundibles. Es todo acerca de acechar a tu presa, atacarlo con tus múltiples cañones y abordarlos para terminar el encuentro. Muchas de las estrategias se siguen compartiendo y cualquiera que haya jugado AC IV se sentirá como en casa.

Pero no es como si en realidad no hayan cambiado nada. Ahora el juego tiene una mecánica de viento en donde solo será favorable para una sola dirección. Puedes moverte contra el viento pero te va a costar ir a buena velocidad. Las municiones de tus cañones son aun más limitadas, pero también se recargan a través del tiempo. Vas a tener que hacer que cada tiro cuente, sino el contrataque lo vas a sufrir. El agarrarse del bote antes de recibir impacto, todavía absorbe el daño pero tiene tiempo limitado.

También ahora los barcos vienen en distintas categorías, cada uno con sus propias ventajas y ahora también ataque especiales. The Blackhhorn, una nave que esta balanceada en todas las categorías. The Jaeger una que es frágil, pero rápida y The Royal Fortune un tanque que flota en el mar. Aunque algunas de sus diferencias pueden parecer un poco sutiles. La verdadera diferencia viene de sus ataques especiales. The Blackhorn puede tomar velocidad y embestir a su enemigo por ejemplo. Aunque ya tenemos tres categorías que cubren los tres formatos de personajes en un juego pvp. Habrá que esperar a ver que dice el futuro una vez que empiecen a introducir más barcos.

Lo que en realidad se siente que falta es la habilidad de luchar en el barco. Abordar un barco es solo cuestión de bajar su vida lo suficiente como para poder acercarte a el y de ahí el proceso es automático. En realidad el juego se siente como la experiencia de manejar un barco pirata, que ser un pirata en si. Ya no más peleas con espadas en contra de peligrosos bucaneros o simplemente compartir canciones con tus marineros.

Skull and Bones ha tomado mucho del combate marítimo del cual hizo Assasin’s Creed 4 un gran juego. Pero combate no es solo lo que nos enamoro de ese juego. Poder explorar el mar a nuestras cuestas en busca de tesoro. Luchar con tu equipo de piratas rebeldes. El combate sigue siendo tan entretenido como antes. Pero sin esos elementos, siento que este juego me da la experiencia que quiero a medias.