Disfruté bastante de la primera película de “Corpse Party”, por lo que no debería resultar sorprende el que también recomiende a su secuela, “Corpse Party: Book of Shadows”. Sí, nos entrega la misma mezcla de elementos narrativos extraños, gore extremo y situaciones inherentemente perturbadoras, y aunque no se trata de nada particularmente innovador, ciertamente funciona, especialmente para quienes sea fanáticos de este tipo de historias. Se agradece el que sea una continuación directa de la primera cinta, y el que se respete el espíritu tanto de aquel filme, como de los videojuegos en los que está basado.

El concepto de “Corpse Party: Book of Shadows” es bastante curioso, aunque si se considera el material en el que está basado, supongo que no debería sorprender mucho. En todo caso, tomen en cuenta que la trama de la película se centra, básicamente, en los protagonistas tratando de viajar en el tiempo para prevenir —y posiblemente borrar— los eventos de su predecesora. Sí… Si es que no disfrutan de los filmes que literalmente deshacen lo realizado en sus predecesoras, no les recomiendo que vean “Corpse Party: Book of Shadows”.

Si esto no les importa, y todo lo que quieren ver es sangre, tripas, y situaciones extrañas, “Corpse Party: Book of Shadows” es para ustedes. El filme comienza con un grupo de estudiantes del colegio Byakudan en plena ejecución de un acto mágico, llamado»Sachiko Ever After”. Al mismo tiempo, en el colegio Tenjin, Mitsuki Yamamoto (Hitomi Noda) es asesinada por Sachiko Shinozaki (Honoka Naito) y el resto de estudiantes tratan de escapar. Por ende, Naomi Nakashima (Rina Ikoma), una de las sobrevivientes de la película anterior, ahora hospitalizada, decide hacer algo al respecto con la ayuda de Hinoe Shinozaki (Nijika Ishimori), quien ha encontrado la manera de regresar en el tiempo y arreglar todo este desastre.

Sangre y buenos villanos

Siendo justos, los aspectos más terroríficos de “Corpse Party: Book of Shadows” han sido traídos a la pantalla grande de forma más realista que en su predecesor. Mientras que la primera película era más exagerada con el gore, a veces viéndose ligeramente falso, pero en general, siendo lo suficientemente excesivo como para que sea asqueroso pero nunca perturbador, los momentos más sangrientos de “Corpse Party: Book of Shadows” son considerablemente más fuertes, y se sienten más verosímiles, más crudos. Esto le otorga un tono bastante distinto a esta secuela, lo cual sorprende, ya que, al menos a nivel narrativo, está muy conectada a su predecesora.

Consideren, si no, la escena en la que un ojo es arrancado de la cara de un personaje. O en general, la mayoría de muertes, las cuales son bastante asquerosas. Lo cual, siendo francos, le ayuda bastante a la película, ya que, en resumidas cuentas, estamos volviendo a ver morir a los mismos personajes, lo cual podría terminar siendo bastante tedioso si es que el filme no innovara a nivel visual o a nivel de gore. Al final del día, “Corpse Party: Book of Shadows” es una película tipo slasher —piensen en las aventuras de Jason Vorhees ode Freddy Krueger—, por lo que fuera de su premisa relacionada a la manipulación del tiempo, acá lo más destacable es la manera en que la mayoría de estos chicos van pereciendo poco a poco.

En todo caso, también ayuda el que ahora tengamos a un par de antagonistas bastante memorables. Mientras que los personajes principales —es decir, los chicos de preparatoria— están caracterizados de manera bastante realista —hasta un poco aburrida, en algunos casos—, por alguna razón, los villanos son bastante más caricaturescos. Se sienten como el único residuo del estilo de la película anterior —ambos me hicieron recordar a villanos de Batman —pero a los de la serie de los años 60 con Adam West— y ambos terminaron siendo bastante más divertidos que intimidantes. Bueno, al menos hasta que los chicos comienzan a morir de maneras bastante desagradables.

No decepciona

Las actuaciones son tan exageradas como uno esperaría de un slasher basado en un anime, basado en un videojuego. La manera en que estos actores tratan de imitar el estilo tan particular de un personaje animado japonés de algo de risa, pero a la vez, contribuye con la sensación de diversión tan peculiar de la película. Eso sí, combinado con las muertes tan sangrientas y el destino tan deprimente de algunos de estos personajes, podría terminar por confundir a algunos espectadores. ¿Deberían, entonces, tratar de identificarse con estos chicos y chicas, o simplemente deberían esperar a ver cómo son asesinados? Eso ya dependerá de cada espectador, y de cómo suelan experimentar filmes de terror tipo slasher.

“Corpse Party: Book of Shadows” no tiene mayores ambiciones, y por ende, no es capaz de decepcionar demasiado. Es un filme de terror y gore con claras inspiraciones por parte de las películas de asesinos de los años 80, y elementos sobrenaturales que no se sentirían fuera de lugar en un videojuego o anime (por obvias razones). Al igual que el primer “Corpse Party”, “Book of Shadows” es un filme sangriento, asqueroso, innegablemente entretenido, pero algo cínico, especialmente si esperan ver una aventura en la que realmente valga la pena tratar de identificarse con alguno de los protagonistas. La buena noticia es que no es necesario ser fanático de los juegos para disfrutar de esta secuela; solo hay que tener un estómago fuerte.