Las ventajas de no ser un producto «Made in China» parecen ser buenas nuevas para ASRock en estos momentos ya que como son productos hechos en Vietnam, estarían exentos de los nuevos aranceles que Estados Unidos estaría aplicando a los productos hechos en China.

Esto no solo serían buenas noticias para ellos, sino para todos los consumidores, pues no pagarían un precio extra ya que con los precios actuales que se siguen incrementando en casos, pagar un impuesto extra es lo menos que se necesita.

Sin embargo, no solo los consumidores de Norte América se verían beneficiados, sino los del resto del continente también, ya que muchos productos que llegan a Latinoamérica llegan desde Estados Unidos, así como lo explica Hernán Chapitel, Director de Ventas para Latinoamérica de ASRock:

“Con la entrada en vigencia de los nuevos impuestos para productos “Made in China” que pasen por Estados Unidos, vigente desde el 6 de Septiembre, ASRock será la única marca de placas madre y de video que evitaría ese nuevo arancel dado que son productos “Made in Vietnam”. El arancel actualmente es del 10% y a partir del 1 de enero de 2019 se eleva a 25%. Se espera el traslado a precios en los próximos meses. Este nuevo arancel afecta en Latinoamérica a los productos “Made in China” comprados a los distribuidores o marcas directamente en Miami. El arancel de USA impacta de manera directa con aumento de precios, los distribuidores de Miami fueron previendo y subiendo algunos precios antes de la aplicación del impuesto para que el impacto no sea tan duro.”

Como se sabe este nuevo impuesto es aplicado por el gobierno estadounidense presidido por Donald Trump, quien tomó la decisión para hacer frente a los precios chinos en una guerra comercial que tiene con el gigante asiático. Muchas marcas de componentes y accesorios tecnológicos se verían afectados por esta decisión y probablemente busquen soluciones o adopten nuevas medidas como llevar sus centros de fabricación a otros países, pero el costo por hacerlo puede que sea mayor o no es una solución a corto plazo.

 

Chapitel sobre esto subrayó: “Frente a esta situación y siendo Estados Unidos, sin dudas, el principal cliente de China, algunas marcas deben estar analizando abrir fabricas fuera de China, pero les llevaría años y una inversión de millones de dólares. Otra solución que podrían hacer es reactivar pequeñas plantas que tienen en Taiwán, también hay que invertir pero el costo de producir en Taiwán haría que también suban los precios de una forma u otra. Además, esas plantas no tienen la capacidad de alimentar un mercado tan grande como USA y Latam hoy,” aseguró Hernan Chapitel

“Seguramente otra opción para alguna marca sea tercerizar la producción en países del sudeste asiático, pero esta variante si bien no lleva inversión en infraestructura edilicia, tendrá que considerar una fuerte inversión en transferencia de tecnología y controles de calidad. Es viable, pero estamos hablando de mucho tiempo. El problema principal es la inestabilidad del orden mundial, en donde las otras marcas deberán evaluar qué pasaría si el Presidente de los Estados Unidos Donald Trump, por ejemplo un año después, acuerda con el Presidente de China, Xi Jinping anular este Arancel, en el medio de un proceso de transferencia de tecnología, fábricas, empleados, etc, y con millones de dólares ya invertidos. Es por eso que ninguno ha hecho ningún movimiento aun, es muy pronto y van a esperar ver cómo evoluciona la situación.”, terminó por sentenciar el Director de Ventas para Latinoamérica de ASRock.

Sin duda es una medida que a primera vista parece afectar más a los usuarios finales que al país asiático, pero cuyos verdaderos resultados recién veremos en los siguientes años.