Call of Duty

Según un informe de Bloomberg basado en declaraciones de exempleados de Microsoft, la inclusión de Call of Duty en Game Pass podría haber costado unos 300 millones de dólares en ventas directas durante 2024. Esa cifra representa lo que en teoría la empresa habría dejado de ingresar por la venta de ejemplares, al estar el juego disponible ya dentro del servicio de suscripción.

El juego mencionado específicamente es Call of Duty: Black Ops 6, cuyo lanzamiento tuvo un desempeño récord. No obstante, el informe sugiere que muchas de las ventas que habitualmente se atraerían quedaron “canibalizadas” por el acceso vía Game Pass. Microsoft habría calculado que el aumento en suscripciones y otros ingresos asociado compensaría en parte esa merma.

Sin embargo, el citado reporte asegura que el crecimiento de suscriptores y las compras dentro del juego no fueron suficientes para equilibrar la balanza. Los costes operativos del servicio (infraestructura, mantenimiento, licencias, ancho de banda, etc.) aumentaron la presión sobre las ganancias netas del modelo de suscripción.

Este cálculo quedó en evidencia en un contexto donde Microsoft, paralelamente, incrementó el precio de Game Pass Ultimate y ajustó otras mecánicas de beneficios y acceso. El ajuste de precios podría formar parte de una estrategia más amplia para hacer que el servicio sea financieramente sostenible frente a esas estimadas pérdidas.