La IOC anunció que pondrá fin a su acuerdo con Arabia Saudí sobre los Olympic Esports Games. Este acuerdo había sido firmado con duración de doce años, con la intención de realizar la edición inaugural en Riad. Sin embargo, tras apenas unos catorce meses de colaboración, ambas partes informaron que “mutuamente acordaron que darán por concluida su cooperación” para dicho evento.

El proyecto fue concebido como una oportunidad para que la IOC captara audiencias más jóvenes y para que Arabia Saudí avanzara en su estrategia de convertirse en un actor relevante del deporte electrónico. Sin embargo, la cancelación temprana refleja que hubo divergencias sobre cómo encajar los valores olímpicos, la selección de títulos, la estructura del evento y la relación con la ambición de transformación deportiva de Arabia Saudí.

La IOC indicó que tras esta ruptura desarrollará “un nuevo enfoque” para los juegos de esports olímpicos, lo que implica replantear el modelo, buscar nuevos socios y posiblemente cambiar la forma en la que los esports se integran al movimiento olímpico. Por su parte, la Esports World Cup Foundation, vinculada al acuerdo saudí, continuará con sus propias iniciativas independientes.

Este giro representa un revés para el plan original, que apuntaba a consolidar un evento mundial de esports bajo la bandera olímpica. También abre interrogantes sobre cómo y cuándo tendrá lugar finalmente esa primera edición, y qué otros países u organizaciones podrían asumir el rol de anfitrión o socio estratégico.