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Bienvenidos a En Pantallas, mi nueva columna para MásGamers en la que me dedicaré, principalmente, a hablar sobre películas basadas en videojuegos. Al ser asistente de dirección y crítico de cine de profesión, y gamer de corazón, no se me ocurrió un mejor tema para mi columna; ¿qué mejor que combinar dos de mis más grandes pasiones a la hora de escribir para la web más grande de videojuegos en el Perú?

super mario bros 1

Sin embargo, no puedo mantener mi optimismo por demasiado tiempo. Después de todo, mi primera crítica va a ser, precisamente, sobre la primera película con actores de carne y hueso basada en un videojuego que pudimos ver en los cines: Super Mario Bros. Y la mayoría de nosotros ya sabemos cómo terminó eso…

Super Mario Bros.

El año era 1993. Super Mario Bros. estaba en el pico de su popularidad gracias a los dos primeros juegos para NES (Nintendo Entertainment System), y el recién estrenado Super Mario Bros. 3, para muchos, una de las mejores (si no la mejor) entregas de la franquicia. Lógicamente, muchos productores vieron potencial en estos personajes para desarrollar una aventura cinematográfica, pero pocos se imaginaron que obtendríamos algo tan deprimente, tan barato pero, sobretodo, tan diferente al videojuego, como la película dirigida por Rocky Morton y Annabel Jankel.

Primero, deshagámonos de lo poco positivo que uno podría encontrar en este filme. El cásting, por ejemplo, no está del todo mal. Se me ocurren pocos actores aparte del gran Bob Hoskins (quien lamentablemente falleció hace dos años) que podrían interpretar al icónico Súper Mario. Tenía el look, tenía la actitud, y definitivamente tenía el talento actoral (felizmente, no trató de imitar el acento…) Y aunque John Leguizamo carecía de bigote en aquella época (hasta ahora no entiendo por qué no se lo dejó crecer para el rol), en realidad no hizo un mal trabajo como el hermano menor de Mario, Luigi. Leguizamo siempre me ha parecido uno de los actores más subvalorados de su generación, y hace lo que puede con el terrible guión de Super Mario Bros.

Porque es precisamente ahí donde radica el defecto más grande de la película: el guión. Siempre iba a ser difícil adaptar un mundo tan colorido, caricaturesco y ridículo como el del Reino Champiñón a la pantalla grande, porque lo quizás hubiese sido una mejor idea desarrollar una película animada. Sin embargo, se optó por usar actores en carne y hueso y locaciones reales por lo que, haciendo uso de un limitado presupuesto, los guionistas Parker Bennett, Terry Runté y Ed Solomon (quien en realidad no es malo, habiendo escrito filmes como Hombres de Negro o Nada es lo que parece y su secuela) tuvieron que adaptar la poca trama que contenían los videojuegos de forma bastante… original.

La película comienza con un prólogo animado; decir que la animación es de baja calidad implicaría ser amable (parece dibujada por un niño de seis años). Una narración en off nos explica que hace sesenta y cinco millones de años, un meteorito chocó contra la tierra, matando a los dinosaurios, y dividiendo al planeta en dos dimensiones paralelas. En una, sus habitantes evolucionaron de los primates (nosotros), y en la otra, de los dinosaurios. En el presente, esta última está siendo gobernada por el cruel Rey Koopa (el gran y también fallecido Dennis Hopper), quien está en busca de un pedazo del meteorito anteriormente mencionado, el cual le dará el poder de unir a las dos dimensiones y ¡GOBERNAR TODO!

super mario bros 2

Es por ello que manda a dos secuaces a nuestro mundo para capturar a Daisy (Samantha Mathis), quien aparentemente es una princesa del Reino del Champiñón, razón por la cual siempre usa una cadena con el susodicho pedazo de meteorito. Pero antes de que el cruel dictador pueda cumplir con su objetivo, entran a escena Mario Mario (Hoskins) y Luigi Mario (Leguizamo), dos hermanos plomeros que viajan a la otra dimensión para rescatar a Daisy y evitar que los dos mundos se unan. En su aventura, se encontrarán con personajes del juego como Yoshi (ahora un pequeño dinosaurio animatrónico) o los Goombas.

Si, Super Mario Bros. no se parece mucho a los juegos en los que supuestamente está basado. Tenemos a Mario, Luigi y Koopa (quien más adelante se llamaría Bowser), pero casi nada más. En los juegos, Bowser y sus amigos se parecen más a tortugas que a dinosaurios, y definitivamente no habían elementos de ciencia ficción relacionados a meteoritos y dimensiones paralelas, ni nada por el estilo. La princesa principal del juego es Peach (o Toadstool), no Daisy (aunque supongo que tiene sentido que aparezca en la película, ya que es el interés amoroso de Luigi, no de Mario), y el Reino Champiñón es colorido y divertido, no un mundo posapocalíptico con influencias de estética industrial, lleno de humo y basura y gente vestida como punks. ¿Quién leyó este guión, quién vio el arte conceptual y los storyboards y pensó inmediatamente en los Super Mario Bros.?

Hay que darle algo de crédito a los productores de la cinta: a pesar de manejar una estética totalmente diferente al de los juegos, al menos trataron de insertar algunos elementos que los fanáticos de la franquicia podrían reconocer. Como mencioné líneas arriba, Yoshi tiene una breve pero importante aparición; los Goombas forman parte del cuasi ejército de Koopa (aunque en vez de tener cabezas grandes y cuerpos pequeños, tienen cabezas pequeñas y cuerpos grandes…); Mario y Luigi llegan a ponerse trajes similares a los que usan en los juegos (aunque los colores están invertidos), e incluso reciben la ayuda de una pequeña bob-omb (¡con zapatillas Reebok!) durante la escena de acción climática del filme.

QUOTE Super Mario Bros

Pero creo también que aquí radica otro problema grande de la cinta: en vez de entregarnos una aventura fiel a su fuente de inspiración, algo que pueda reconocerse como parte del universo de Mario, Luigi, Toad y los demás personajes, Jankel, Moton y compañía se contentaron con crear algo totalmente diferente, y relegar los elementos más reconocibles de los juegos a breves apariciones o “huevos de pascua”. Es como si los guionistas, con miedo de que la película fuese demasiado diferente a los juegos, hubiesen insertado estos pequeños momentos para apaciguar a los fanáticos de la franquicia. Se siente más como un acto de desesperación, que algo importante para el guión y la historia de la cinta.

Como mencioné líneas arriba, el reparto no está del todo mal. Tanto Hoskins como Leguizamo son perfectos para sus respectivos roles, y no trabajan mal, a pesar de estar limitados por un horrendo guión. Dennis Hopper sobreactúa de lo lindo como Koopa (de hecho, esa era una de sus especialidades como actor de reparto; véanlo en películas como Speed); Samantha Mathis es linda pero aburrida como Daisy; Fisher Stevens y Richard Edson, como Iggy y Spike, los principales secuaces de Koopa, son casi tan irritantes como Jar Jar Binks, y Fiona Shaw es ligeramente menos odiosa que en las películas de Harry Potter. Lance Henriksen (la franquicia de Alien, Terminator) tiene una pequeña aparición como el verdadero Rey del Hongo.

Super Mario Bros. fue la primera adaptación de un videojuego a la pantalla grande, y sigue siendo una de las peores. Es una película deprimente, oscura, de aspecto barato (fue grabada, en su mayoría, en una fábrica abandonada, y se nota) y con horrendos efectos visuales. Algunas de las actuaciones son decentes, sí, y agradecí la inclusión de ciertos elementos de los juegos, por muy gratuita que haya sido, pero en general se trata de una cinta que no entiende para nada las razones por las que el juego se volvió tan popular.

De hecho, no me hubiese disgustado una adaptación “libre” de los juegos si es que Super Mario Bros. fuera una película entretenida, pero ese no es el caso. Las escenas de “acción” son poco ambiciosas y carecen de tensión, los chistes no funcionan, y la trama es más incoherente y simplona que la de los juegos. Super Mario Bros. es un filme que simplemente no debió ser hecho—o al menos, no de esta forma.

Nota final: la película termina con un cliffhanger (un final abierto). Sí, los productores estaban tan seguros del “éxito” de la película, que ya estaban planeando una secuela. Qué tal ingenuidad….