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The King of Fighters (2010) – no está ni cerca de ser el Rey

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Publicado: 30 de diciembre del 2017

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Tratando de seguir el ejemplo de películas como “Mortal Kombat” y su terrible secuela, o “Street Fighter” y su terrible reboot, “The King of Fighters” es otra producción live action basada en un videojuego de peleas. En este caso, sin embargo, tenemos una franquicia con un fandom considerablemente menos extenso y exigente que el de las franquicias anteriormente mencionadas, por lo que el director Gordon Chan tenía le envidiable oportunidad de hacer algo original y distinto, sin que demasiada gente vaya a quejarse. Ayuda también el que la historia nunca haya sido uno de los mayores atractivos de “The King of Fighters”.

Pero nada de esto importa. Como deben estar imaginándose, “The King of Fighters” es otra terrible película basada en un videojuego, un filme que favorece una narrativa confusa, enredada y estúpida por sobre la acción. “Mortal Kombat” manejaba una mitología innecesariamente enredada, eso es cierto, pero al final del día, lograba entretener gracias a una serie de enfrentamientos mano a mano muy entretenidos y bien coreografiados. Ese no es el caso de “The King of Fighters”; para tener un título como ese, realmente hay muy pocas peleas en esta pobre excusa de largometraje.

Al igual que la cinta basada en el famoso Kombate Mortal, “The King of Fighters” presenta una narrativa que tiene como foco el desarrollo de un torneo de artes marciales. La diferencia acá, más bien, es que para entrar a dicha competencia, es necesario entrar a un portal a otra dimensión para obtener tres reliquias y adquirir un poder infinito. Sí, es todo bien ridículo, y el dialogo está lleno de explicaciones absurdas de conceptos metafísicos y de ciencia ficción; todo lo que uno no quiere de una película supuestamente de acción, basada en un videojuego conocido. Todo cliché que se puedan imaginar es incluido en el guion de “The King of Fighters”: profecías, dramas familiares, lores de guerra, y personajes exagerados.

Nada original por acá

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Y ese es precisamente el problema principal de “The King of Fighters”: todo se siente genérico, derivativo, y cero original. La película es como una mezcla entre varias cintas de artes marciales, ciencia ficción, fantasía y acción. Considerando lo sencillo que es el juego a nivel narrativo, realmente no era necesario tratar de incluir tanto material ridículo en un filme que todo lo que tenía que hacer era presentar emocionantes secuencias de pelea. Nadie va a ver una película como “The King of Fighters” para adentrarse en un mundo bien construido y rico en detalles; ¡solo queremos ver a nuestros personajes del juego patear traseros!

Desgraciadamente, el filme también decepciona a ese nivel. “The King of Fighters” no tiene los peores combates que jamás haya visto en una cinta basada en un videojuego —dicho honor se lo lleva “Street Fighter: La leyenda de Chun-Li”— pero está bastante cerca. Chan graba los enfrentamientos de la manera más confusa y oscura posible; la edición es terrible (es casi imposible detectar donde está cada personaje en relación al otro), y la coreografía es tan emocionante como una carrera de tortugas. El único que mantiene su dignidad intacta es el gran Ray Park (Darth Maul en “Star Wars: Episodio I – La Amenaza Fantasma”), quien se nota a leguas es el único que sabe pelear de verdad. Su actuación es tan exagerada, que divierte.

Ni las peleas divierten

QUOTE King of Fighters

Como la película carece de nombres conocidos, la historia depende bastante del trabajo de la talentosa Maggie Q (quien interpreta a Mai Shiranui), quien desgraciadamente no puede salvar a “The King of Fighters” de la mediocridad más absoluta. Sean Faris es un maniquí andante como Kyo Kusanagi (¡y definitivamente no es asiático!), Will Yun Lee es aceptable como Iori Yagami, y David Leitch es desesperante como Terry Bogard, el personaje más decepcionante de la película (especialmente para los fanáticos del juego). El resto de personajes —en especial los secundarios— tienen la personalidad de una mesa de ping pong.

No hay mucho más que pueda escribir sobre “The King of Fighters” —se trata de una película terriblemente cursi, llena de efectos visuales de cuarta, coreografías de pelea lamentables, y actuaciones desesperantemente exageradas. Ray Park y Maggie Q no pueden salvar a “The King of Fighters” de un guion que parece haber sido armado con escenas eliminadas de otras películas (mejores que esta), ni de una dirección amateur. “The King of Fighters”, al igual que muchas otras adaptaciones de videojuegos, demuestra que se necesita más que una marca conocida para desarrollar una película emocionante e interesante. Nadie estará satisfecho con un producto final que claramente fue hecho a medias; mucho menos los fans.

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