Por Daniel Ezeta
Publicado: 29 de febrero del 2016
Un repaso por los juegos de Atari y NES, muchos de ellos olvidados en el tiempo, pero que marcaron nuestra infancia de una manera muy profunda.
Cuando hablamos de videojuegos es inevitable recordar aquellos tiempos en los cuales nos iniciamos en este mundo de entretenimiento. Seguramente también se han topado con un viejo clásico y han querido volver a ser niños de nuevo para jugar sin otras preocupaciones. Por ello, ha llegado la hora de preparar los pañuelos y subirnos al carrito de la nostalgia. Este artículo busca simplemente recordar aquellos juegos que significaron una parte muy importante de mi infancia y que, en cierta manera, marcaron lo que sería mi decisión de escoger una carrera relacionada a los videojuegos.
Existen muchos clásicos que de seguro han sido jugados por la mayoría de ustedes y de los cuales ya se han escrito cientos de artículos, por eso mismo, voy a tratar de enfocarme más en aquellos juegos de los cuales no se habla tanto pero que en verdad son dignos de recordar con mucho cariño.
Entre los primeros recuerdos que tengo es ver a mi tío jugar el Atari 2600, que para ese momento la consola tenía cerca de 12 años de vida, pero se encontraba en perfecto estado. Por otro lado, yo con 3 o 4 años de edad, difícilmente recibía el control, pero esperar a su lado y verlo jugar tenía su recompensa cuando finalmente se cansaba.
Entre los títulos que más recuerdo haber jugado son el Pacman (el que ni siquiera era un círculo completo), Missile Command, Donkey Kong, Centipede, RealSports Soccer y los super clásicos Space Invaders y Asteroids. Incluso recuerdo un cartucho con varios switches, los cuales, dependiendo del orden en que los movías, te daban para elegir entre 12 juegos, sin duda una maravilla de la ingeniería para ese tiempo. Pero de todos los clásicos de Atari, el que me trae más recuerdos, por lo terrible que es: ET.
Así es, aún soy poseedor del controversial E.T. de Atari, uno de los juegos responsables de mandar a la quiebra a Atari y, por consiguiente, a la industria de los videojuegos a inicios de los 80. Lo que llevó al entierro de miles y miles de cartuchos que nunca se llegaron a vender en el desierto de Alamogordo, en Nuevo México.
Recuerdo que el único motivo para jugar este juego era el hype de la película, la que vi muchas veces de niño, pero la frustración de quedar atrapado en el pozo cada 30 segundos era insoportable, o que te capture el FBI cada 2 minutos. Pero entre lo bueno es que te entrenaba a tener paciencia…. mucha paciencia…
Probablemente la consola que más disfruté en mi infancia fue la NES y con ella nació mi pasión por los videojuegos, una pasión que existe hasta el día de hoy e incluso es más fuerte que nunca.
Durante años, la NES fue responsable de incontables horas de diversión en casa junto a mi hermano y supimos sacarle provecho a cada juego que papá conseguía en el mercado. Admito que muchos cartuchos eran piratas, pero también contamos con algunos juegos originales, con su cajita y manuales incluidos.
Entre los clásicos que más pudimos jugar está sin duda el juego por excelencia de la consola: Super Mario Bros. Al ser yo el hermano menor, como muchos entenderán, desarrollé más identificación con el personaje de Luigi o más conocido como el “Mario Verde”. Pero eso no quitó que pueda disfrutar al 100% el juego, ni mencionar sus dos secuelas, Super Mario Bros 2 y el fantástico Super Mario Bros 3, el que es hasta el día de hoy mi juego favorito de Mario en dos dimensiones.
Super Mario Bros 3 es una joya invaluable con un excelente diseños de personajes, escenarios y una música que hasta el día de hoy escucho en mi celular o tarareo en mi cabeza. El gusto por este juego es mayor ya que recuerdo de muy pequeño ver la serie animada basada en esta entrega, además de la mítica película “The Wizard” que gira en torno a un torneo de videojuegos donde el reto final era Super Mario Bros 3.
He seleccionado estos 4 juegos porque eran los que pasaba más horas jugando en modo multijugador con mi hermano en la NES. Ice Climbers era un verdadero desafío para llegar la cima, sobre todo en los niveles más avanzados donde los abismos eran más constantes y las nubes pasaban más rápido. Por otro lado, Battle City siempre representó un reto al enfrentarnos a diversas olas de tanques que querían destruir nuestro emblema. Vale la pena señalar que este juego cuenta con un modo editor de niveles, el primero que recuerdo haber visto en un videojuego. Con una premisa básica, colocar ladrillos, concreto, plantas o agua, podías crear tu propio escenario y hacer divertidos laberintos para enfrentarte a los tanque enemigos.
Otro clásico que no puedo dejar de mencionar es Contra. Si mi memoria no me falla, es el primer videojuego que terminé, claro que algunas veces mi hermano y yo nos ayudabamos del código Konami para tener 30 vidas, pero a pesar de todo, considero que fué un gran logro terminarlo a los 7 u 8 años de edad. Para finalizar, Othello fue el primer juego de mesa adaptado que jugué en Nintendo, muy divertido entre amigos y muy retador contra la CPU. El objetivo era simple, terminar con la mayor cantidad de discos de tu color (blanco o negro) en el tablero. Requería mucha estrategia para colocar un disco en la posición correcta y poder transformar más discos enemigo a tu color.
En los años noventa recuerdo con mucha claridad una película llamada “El Pequeño Nemo”, el cual nos relata la historia de un niño que viajó al país de los sueños, donde conoció al Rey Morfeo. Con la película llegó también el videojuego, el cual tiene un lugar muy especial en mis recuerdos. El simple hecho de escuchar la música significa una nostalgia tremenda, ya que su melodía dulce y pegajosa nos envuelve rápidamente en este mundo de magia y fantasía. En el juego, las mecánicas implican buscar diversas llaves para abrir la puerta del nivel, pero en el camino debemos alimentar a ciertos animales para “transformarnos” temporalmente en ellos para llegar a los lugares más lejanos. No era particularmente un juego muy largo, pero el nivel de diseño de personajes y detalles en sus escenarios hace que valga la pena jugarlo muchas veces y que sea recordado como un gran ejemplo de videojuego de 8-bits.
Como dato adicional, hace un año y medio encontré la película en su doblaje latino, la cual no había visto hacía más de 15 años y por alguna extraña razón, recordaba muchos de los diálogos principales. Es un muy grato recuerdo.
Siguiendo con el tono cinéfilo, otra cinta que recuerdo haber visto muchas veces es The Rocketeer, producida por Walt Disney y ambientada en el Hollywood de los años 30. Cuenta la historia de un joven piloto que encuentra el prototipo de un cohete que permite volar a una persona al llevarlo en su espalda. Para su mala suerte los Nazis también andan detrás de ese invento. El videojuegos fue producido por Bandai, como un plataforma de acción 2D, donde debíamos esquivar balas golpear enemigos y diversos elementos del escenario para encontrar municiones o cargadores de combustible para poder usar el cohete y así poder evitar enemigos o llegar a plataformas lejanas, todo eso manteniendo muy bien la ambientación de la época. Adicionalmente quiero resaltar la excelente música del juego, la cual puede sonar en tu cabeza durante varias horas.
Antes de el popular Snake de los teléfonos Nokia, existía Snake Rattle ‘n’ Roll. Juego desarrollado por la mítica Rare y distribuido por Nintendo. Este juego sería una de las primeras colaboraciones entre ambas compañías. La temática del juego era simple, manejamos a un par de serpientes que deben comer y comer todo lo posible para alargar su cola y poder abrir la puerta del nivel, la cual nos pide un peso mínimo para poder activarla.
Con un diseño muy colorido, enemigos que nos harán correr del miedo y escenarios llenos de trampas y abismos, Snake Rattle ‘n’ Roll se convierte de una joya de la NES y que merece la pena ser recordada. Como dato adicional, la música es desarrollada por el gran David Wise, posteriormente sería el autor de la música de juegos como Battletoads, Donkey Kong Country, Diddy Kong Racing y actualmente está trabajando en la música de Yooka-Laylee, la secuela espiritual del popular Banjo-Kazooie.
Otros de mis juegos favoritos de NES, tanto por lo divertido como por sus personajes. La premisa de los Tiny Toons me sigue pareciendo genial hasta el día de hoy y es una pena que la serie animada haya sido olvidada. En el juego de plataforma 2D de Konami, podemos controlar a Buster Bunny, quien deberá rescatar a Babsy Bunny de las manos de Max Montana.
Con la ayuda de Plucky, Dizzy o Pelusa, cada uno con habilidades especiales, debemos recorrer 6 variados niveles recolectando zanahorias y donde veremos a muchos personajes clásicos de la serie para finalmente enfrentaremos a peligrosos jefes finales.
Las Tortugas Ninja han sido una parte muy importante de mi infancia. El primer recuerdo que tengo es estar en una navidad usando un disfraz de Rafael. Recuerdo también ver la clásica serie animada y la película de live-action (si, la de Vanilla Ice), pero nada se compara a los años que pasé jugando en NES el juego Teenage Mutant Ninja Turtles II: The Arcade Game de Konami. Como lo dice su nombre, este juego es la versión adaptada para NES del arcade, el cual incluía además varios niveles completamente nuevos.
Así como en Mario Bros, me identifiqué con el personaje de Luigi por ser el hermano menor, algo similar pasó con las tortugas, ya que mi hermano siempre elegía jugar con Leonardo y a mi siempre me tocaba jugar con Rafael. Si bien, se podía elegir también a Miguel Ángel o Donatello, ya le había agarrado cariño al personaje y como no podía ser el “Mario Rojo”, al menos podía ser la tortuga roja.
Este Beat ‘em up es uno de mis juegos favoritos de todos los tiempos. Con escenarios que nunca se repetían como la ciudad, alcantarillas, autopista, Japón o el Tecnódromo. Con una gran variedad de enemigos, muy buenos jefes finales y una música que hasta el día de hoy es una delicia poder escuchar. Es el juego que más horas le invertí jugando en esos años y marcaron hasta el día de hoy mi pasión por los videojuegos.
Ha sido muy difícil hacer esta lista, ya que han habido muchos títulos que he debido dejar de lado, pero espero que asi como yo, ustedes recuerdes esos primeros juegos que probaron en su infancia y todos esos gratos momentos que pasaron. Para finalizar, voy a hacer las respectivas menciones honrosas:
– Duck Hunt: Nada mejor que jugar con la Zapper en la NES. Su aparición en la más reciente entrega de Super Smash Bros lo volvió automáticamente en mi personaje favorito para pelear.
– Dig Dug: Su gameplay fue inspiración para realizar un corto animado durante mi época universitaria.
– Bomberman: El excelente inicio de una franquicia que jugué durante muchos años, pero que ahora lamentablemente ha sido olvidada por el tiempo.
– Twin Bee: Konami empezaba a hacer de las suyas con este juego que desbordaba alegría y color, pero no por eso dejó de tener un nivel de dificultad bastante alto con acción y disparos por todos lados. Hay que resaltar el genial trabajo musical de los compositores de la Konami Kukeiha Club.
– Adventure Island 2: Nada como controlar un niño con bigote usando un sombrero y taparrabo lanzando hachas a diversas bestias salvajes desde una patineta o montando alguno de nuestros amigos dinosaurios.
En la siguiente parte, hablaré de mis juegos favoritos de SNES y más adelante sobre los juegos de PC. No te olvides de comentar, ¿cuáles han sido los juegos de tu infancia?