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Spider-man: Miles Morales (PS4) – Segunda Opinión

El spin-off que no sabíamos que necesitábamos.

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Publicado: 08 de febrero del 2021

Plataforma: PS4 Publicado por Sony Interactive Entertainment Desarrollado por Insomniac Games Lanzamiento: 12/11/2020

Marvel’s Spider-man” fue uno de mis juegos favoritos de los últimos años —de hecho, es posiblemente el título que más veces he jugado y rejugado en mucho tiempo, totalmente enamorado del gameplay y la historia y la estética general de la aventura que desarrolla. No se trata de un juego perfecto, evidentemente —¿qué juego lo es?—, pero hace las cosas tan bien, que me permite ignorar —o al menos tolerar— la mayor parte de sus defectos. Es por todo eso, de hecho, que no debería sorprender el que haya estado esperando una secuela con muchísima anticipación, y el que haya sido gratamente sorprendido por el anuncio y la salida de un spin-off que muy pocos gamers se esperaban.

Porque eso es lo que “Spider-man: Miles Morales” es: un spin-off. No es una secuela directa —al menos no en el significado tradicional de la frase—, y ciertamente es una aventura más breve y ligeramente menos ambiciosa que su predecesora. Pero lo que hace “Spider-man: Miles Morales”, y le permite desarrollarse como una experiencia igual de adictiva que el primer juego, es expandir mucho de lo que hizo “Spider-man”, adentrando al jugador en una historia que no carece de falencias, pero que logra desarrollar a Miles como un personaje muy diferente a Peter Parker. Puede que tengan poderes y habilidades similares, pero este Hombre Araña tiene una identidad muy propia, lo cual hace que uno pueda considerar a su juego bajo sus propios términos, recordando todo lo bueno que hizo su predecesor, pero también disfrutando de las novedades que trae consigo Miles.

Se trata, pues, de un título que se puede pasar en unas pocas horas, pero es precisamente eso lo que me incitó a jugarlo más de una vez —al igual que el primer título, “Spider-man: Miles Morales” cuenta con un New Game Plus, en donde uno puede volver a jugar la campaña principal, pero con todos los upgrades y trajes y gadgets que consiguió la primera vez. Lo que ha hecho la gente de Insomniac es, hasta cierto punto, simplificar lo que hicieron en el primer juego de “Spider-man”, incluyendo únicamente lo que funcionó bien la primera vez, eliminando lo que no funcionó, y agregando nuevas modalidades de juego y poderes, como para que no se sienta como un refrito, o como un producto altamente redundante. En pocas palabras: puede que algunos queden decepcionados por lo corto que es “Spider-man: Miles Morales”, pero el resto la pasaremos bien porque se juega de manera muy similar al título anterior.

Otra historia

La narrativa de “Spider-man: Miles Morales” es una mezcla de lo bueno, lo malo y lo feo. Lo bueno es que se centra bastante en el personaje de Miles, desarrollándolo como un chico que tiene mucho que aprender, y que para colmo de males, se ha quedado solo en Nueva York mientras Peter se va de viaje con MJ. El hecho de que mucho del conflicto tenga que ver con su familia y amigos ayuda a que la historia se sienta más personal, y ayuda también a que Miles madure rápidamente, convirtiéndose en el héroe que Harlem —su barrio— necesita. Sus interacciones con su madre, Río, son particularmente adorables, y me gustó también que cuente con la ayuda de su mejor amigo, Ganke Lee, quien hasta le crea un app para que la gente le pueda pedir ayuda al Hombre Araña.

Lo malo, por otro lado, está que, al menos a nivel estructural, la trama de “Spider-man: Miles Morales” se siente muy parecida a la de “Spider-man”, solo que con otros protagonistas. El villano de turno, Simon Krieger, es otro industrialista megalomaníaco, y Tinkerer, la líder de los Underground, un grupo revolucionario que quiere acabar con Roxxon, la empresa de Krieger, se siente muy similar a los Demonios, el grupo de villanos al que nos enfrentamos la primera vez. Entiendo por qué hicieron esto —necesitaban de contrincantes parecidos a los del primer juego, para poder incluir escenarios de stealth y combate similares, y poder rehusar assets—, pero por momentos, igual se puede sentir ligeramente redundante (especialmente si jugaron “Spider-man” hace poco).

Lo feo, desgraciadamente, está en la caracterización de una de las villanas, sobre la cual no pienso mencionar demasiados detalles, para no incluir spoilers. Basta con decir, sin embargo, que el juego realmente quiere que el gamer empatice con ella, lo cual resulta extremadamente complicado, cuando la obligan a realizar actos realmente violentos, y hasta poco racionales. En un inicio, sus interacciones con Miles están bien, pero mientras se va haciendo más malvada, se va tornando más ilógica, participando, incluso, en conversaciones donde Miles simplemente podría explicarle bien lo que está pasando, pero no lo hace porque el juego necesita un conflicto central. Esta necedad en el personaje, y el conflicto un poco forzado y tonto entre ella y Miles, hacen que —al menos para su servidor— muchas de sus escenas se sientan desesperantes, y que hasta los flashbacks no funcionen muy bien que digamos.

¿Cómo se juega?

A nivel de gameplay, “Spider-man: Miles Morales” es todo lo que cualquier fanático del primer juego esperaría. Miles se controla igual que Peter, capaz de columpiarse por todo Manhattan, y hasta de hacer trucos con el botón Cuadrado, lo cual le otorga algo de puntos de experiencia. La experiencia tipo Mundo Abierto de “Spider-man: Miles Morales” fluye igual de bien que la de su predecesor, convirtiendo a Nueva York en un mundo vivo y lleno de detalles, donde resulta verdaderamente glorioso el ir de un lugar a otro. Tanto sí, de hecho, que recién comencé a utilizar los fast travels (el Metro de la ciudad) en el New Game Plus. Cuando me estaba pasando el juego por primera vez, quería tener la experiencia completa, sin atajos.

En lo que se refiere al combate, por otro lado, “Spider-man: Miles Morales” incluye suficientes novedades como para que no resulte completamente idéntico al sistema del primer título. De hecho, se podría argumentar que Miles es ligeramente más débil que Peter, ya que muchos de sus puñetes, patadas y combos aéreos le causan menos daño a sus enemigos. Los combates en sí, sin embargo, son igual de satisfactorios que siempre, y resultan en enfrentamientos intensos y frenéticos, en donde uno tiene que combinar sus ataques con el botón Cuadrado, con columpiadas, acercamientos de telaraña con el botón Triángulo, evasiones con Círculo, y por supuesto, Finishers (Ataques Finales) presionando Triángulo y Círculo a la vez. Todo es muy satisfactorio, y tan violento e intenso, que uno hasta comienza a dudar si es que Spider-man de verdad no mata a sus enemigos (muchos de ellos, al menos, quedarán con daño cerebral).

Un Spidey eléctrico

La mayor atracción en lo que se refiere al combate, sin embargo, está en los poderes Venom de Miles. No, no tiene nada que ver con el Simbiote que todos conocemos. Estos poderes le permiten a Miles absorber y descargar electricidad; mientras a uno le va mejor en las peleas, va llenando una barra amarilla (la cual se va expandiendo mientras sube de nivel), la cual le permite a utilizar poderes Venom al presionar L1. Esto resulta en ataques más potentes, los cuales incluso ayudan a desarmar a los enemigos más fuertes, o hasta romper escudos que en otras  circunstancias resultarían más problemáticos. Es este sistema el que compensa —a sobremanera— la relativa debilidad e inexperiencia de Miles, y hasta hace que muchos de los encuentros sean más fáciles que los de la aventura de Peter Parker.

Lo interesante, además, es que los poderes Venom son muy importantes para la trama, tanto así que son utilizados en varias situaciones fuera de las peleas. Por ejemplo, uno tiene que ir a bases enemigas, tanto de Roxxon como del Underground, para desactivar generadores de energía con los poderes eléctricos de Miles; algunas puertas en misiones tanto primaras como secundarias pueden ser abiertas con los mismos poderes, y como la telaraña de nuestro protagonista ahora conduce la electricidad, puede ser utilizada para resolver puzzles ligeros. Se trata de una utilización bastante inteligente de estos nuevos poderes, y aunque el juego nunca se torna muy retador que digamos —de hecho, todos los puzzles son absurdamente fáciles, y el juego nunca deja de enseñarle tips y pistas al jugador, incluso cuando se está acercando al final—, al menos incluye suficiente variedad de gameplay como para nunca tornarse monótono.

Más cosas qué hacer

De hecho, al igual que su predecesor, aparte de la historia y misiones principales, “Spider-man: Miles Morales” cuenta con varias submisiones y objetos para recolectar, lo cual ayuda a que la experiencia no termine siendo demasiado breve. Aparte de las bases enemigas, uno se encuentra con misiones secundarias de cuando en cuando, audios para buscar, Cápsulas de Tiempo (con recuerdos del pasado) para recolectar, crímenes para resolver a través del app que creó Genke, y bastante más. Ahora, es menos contenido que el que tenía el primer juego —nuevamente, es un spin-off, no una secuela completa—, por lo que por momentos, esta versión de Nueva York se puede sentir ligeramente vacía —es más, comencé a hacer demasiadas misiones secundarias al inicio, por lo que hacia el final me estaba quedando sin cosas para hacer. Pero en general, se nota que los desarrolladores quisieron incluir objetivos que tengan que ver con Miles y sus amigos, lo cual ayuda a desarrollarlos mejor, y a otorgarle algo de contexto a esta aventura en particular.

Adicionalmente, mientras uno va cumpliendo objetivos, avanzando en la historia, y ganando peleas, va subiendo de nivel, lo cual no solo mejora los stats de Miles, si no que también le permite a uno desbloquear trajes y gadgets, y ganar puntos para subir sus habilidades. Sobre lo primero, los trajes traen consigo no solo diferencias estéticas —hay uno en particular, que se consigue al final del juego, que es adorable—, si no también una que otra ventaja adicional. Y los gadgets incluyen no solo las telarañas tradicionales, si no también minas remotas —muy útiles para las secciones de stealth—, un mini agujero negro (¡!) y Drones holográficos que ayudan en el combate. Bastante variado, a decir verdad.

Caleta, no más

Y en relación a lo segundo, el juego incluye tres tipos de habilidad —pelea, invisibilidad, y poderes Venom—, por lo que uno tiene que ir decidiendo qué habilidad subir en qué momento, priorizando ciertos aspectos de la experiencia por sobre otros. Sí, mencioné invisibilidad: uno de los poderes principales de Miles —aparte de los Venom es hacerse invisible temporalmente, con barra de recarga —que se puede ser expandida— y todo. Esto evidentemente no sirve mucho durante las peleas, pero es particularmente útil durante las secciones de stealth.

Porque como ya deben haberse dado cuenta, “Spider-man: Miles Morales” cuenta con varias misiones, tanto primarias como secundarias, en donde uno tiene que acabar con sus enemigos —miembros de Roxxon, voluntarios del Underground, y hasta criminales de otro tipo— sin ser visto. Sí, los contrincantes siguen siendo tan ciegos como siempre, aparentemente incapaces de mirar hacia arriba (a pesar de saber que se están enfrentando al Hombre Araña), pero a la vez, no se puede negar lo satisfactorio que resulta hacer Takedowns desde el techo, la pared, o barras de metal por encima de los enemigos. Uno puede jalarlos con su telaraña, saltar y meterles un golpe repentino, y por supuesto, hacerse invisible para acabar con ellos sin que nadie más los vea. Esto último, eso sí, hace que dichas secciones sean más fáciles que las del primer juego, ya que resulta más sencillo esconderse de los enemigos luego de ser visto, aunque sea por un segundo. Agradezco la inclusión de los poderes de invisibilidad —son muy divertidos—, pero puede que no les hagan mucha gracia a quienes estén buscando una experiencia más retadora.

Ahora bien, debo admitir que jugué “Spider-man: Miles Morales” en mi PlayStation 4 —tengo que ahorrar un poco más para poder comprar un PlayStation 5—, por lo que todos mis comentarios técnicos serán sobre dicha versión. En términos generales, no me encontré con muchos problemas técnicos al jugar “Spider-man: Miles Morales” en dicha consola de la generación pasada. Sí, la máquina hacía más ruido con sus ventiladores que un avión de carga, y sí, me encontré con un par de glitches —incluyendo un momento en donde los enemigos a los que tenía que pegarles simplemente no cargaron—, pero no fue nada grave, ni nada que terminase por arruinar mi experiencia en general. En la PlayStation 4, “Spider-man: Miles Morales” corre a 30 cuadros por segundos muy consistentes, sin ningún tipo de lag, ni pantallas de carga frustrantemente largas (sí, sé que en la PS5 casi ni hay pantallas de carga, pero esa es otra historia).

Audiovisualmente espectacular

Audiovisualmente hablando, al igual que “Spider-man”, “Miles Morales” es bastante atractivo. Manhattan está renderizado de manera impresionantemente realista, lleno de peatones y carros y hasta un tren que pasa entre los edificios. Los personajes están muy bien diseñados —muchos de ellos lucen iguales a los actores que los interpretan—, y cuentan con animaciones muy fluidas y un trabajo de motion capture de primer nivel. Se trata, pues, de un juego increíblemente detallado, que valgan verdades, usa el mismo engine, mapa y hasta varios assets que su predecesor, pero igual impresiona por lo bien que luce. La música, por otro lado, logra otorgarle una identidad propia a esta aventura, como para diferenciarla de la primera. Sí, muchos de los temas son similares a los del primer juego, pero la mayoría cuentan con un beat tipo trap, lo cual tiene sentido considerando la caracterización de Miles como DJ, alguien a quien le encanta mezclar y samplear música. Como muchos de los aspectos de “Spider-man: Miles Morales”, la banda sonora del juego contribuye a la caracterización de su protagonista, y por ende, es coherente con todo lo que se ha desarrollado a nivel narrativo y visual.

“Spider-man: Miles Morales” es todo lo que esperaba de un spin-off del primer juego de “Spider-man” de Insomniac. Sí, es bastante corto, y sí, tiene mucho menos contenido que su predecesor, pero eso se debe a que no es una secuela completa; se trata de una suerte de expansión del primer juego, más barata que la aventura de Peter Parker, pero igual de bien hecha y visualmente impresionante. Disfruté de la historia —por más de que algunas caracterizaciones hayan podido ser mejores—, del sistema de upgrades, y hasta de las misiones secundarias. Considerando lo mucho que me gustó el primer juego, el haber podido regresar a este mundo, aunque sea por unas horas, terminó siendo increíblemente divertido y satisfactorio. Ahora solo queda esperar a la secuela de verdad, la cual espero tenga como personajes controlables tanto a Peter como a Miles. ¡A ver si Insomniac nos logra sorprender una tercera vez!

9 Recomendado

Lo positivo:

  • Tan adictivo como el primer juego.
  • Miles es un excelente protagonista.
  • Sistema de combate con varias novedades.
  • Sistema de upgrades e ítems desbloqueables.

Lo negativo:

  • Es bastante corto.
  • Puzzles absurdamente fáciles.
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