Publicado: 09 de noviembre del 2016
Desde tiempos remotos, el ser humano ha soñado con la posibilidad de volar y no dependiendo necesariamente de algún aparato o instrumento, sino poder volar por sí mismo, como las aves. Es algo que físicamente no podemos hacer, aunque seamos especie dominante sobre la faz de la Tierra, por lo que lo deseamos mucho más. Teniendo eso en cuenta, e inspirada en otros sandbox de su autoría como Assassin’s Creed o Watchdogs, así como avalada en éxitos como Child of Light, Rayman Legends o la emotiva Valiant Hearts, Ubisoft decide subirse al carro de la Realidad Virtual con Eagle Flight, el primer juego de la francesa en este tipo de dispositivos, que busca ofrecer al jugador la posibilidad de experimentar (de algún modo) lo que vive un ave, incluida la experiencia del vuelo propiamente.
Pero, ¿estará preparada la desarrolladora francesa para entrar en este nuevo mundo, teniendo en cuenta que viene habiendo sido muy criticada por sus anteriores entregas como Assassin’s Creed Unity, Watchdogs y más recientemente The Division? ¿Será para ella un verdadero salto de fe, o quizá un salto al vacío?
Acompáñanos en nuestro primer análisis de un juego completo de VR, Eagle Flight.
En un futuro alterno y posapocalíptico (OK, esto no es muy original), 50 años luego de que la humanidad desapareciera de la faz de la Tierra, la naturaleza ha retomado su lugar original y, en este caso, la ciudad de París, dejando un campo de juego impresionante. En este juego adoptarás el papel de un águila, elevándote por encima de lugares emblemáticos, explorando a toda velocidad a través de estrechas calles y luchando en batallas aéreas por preservar tu territorio de otras aves y amenazas.
Conforme vas progresando en las misiones, aumenta también el nivel de dificultad de las mismas, algo esperable; pero la sensación de desafío es lo que engancha al juego. Cada vez que crees haber pasado alguna misión de manera rápida, aparece el feedback que te demuestra que alguien en otra parte del mundo lo hizo más rápido que tú.
Eagle Flight te presenta la historia de esa águila, desde que eclosiona de su huevo y aprende a volar, hasta que puede establecer su propia familia y dominar su territorio, todo en una seguidilla de misiones que te ayudan a la vez a familiarizarte con los controles de movimiento, que son ni más ni menos los del mismo casco. Sí, por primera vez un juego de Realidad Virtual no depende de un mando para poder detectar el movimiento dentro del mismo juego, permitiendo ejecutar impresionantes maniobras aéreas en un parpadeo, algo que sería imposible con el control analógico del DualShock 4, por ejemplo.
¿Y eso en qué ayuda? pueden preguntar muchos. Pues principalmente en dos cosas:
1. Inyecta realismo e inmersión al videojuego.
2. Evita los problemas de mareos y malestares propios de los juegos de Realidad Virtual, en vista de que el cerebro procesa mejor un estímulo cinestésico si verdaderamente «te mueves» a que si lo haces con la palanca de un control, la cual no es parte de tu cuerpo.
Para familiarizarte con el juego
Aunque los controles son bastante intuitivos y la curva de aprendizaje es corta, vale decir que el mismo juego te da algunos consejos bastante útiles para poder volar mejor, como por ejemplo que es mejor girar ladeando la cabeza que girando todo el cuello, ya que lo último te traería en un rato un dolor de cuello bastante incómodo.
Les tomará un promedio de 5 horas terminar la campaña principal del juego, aunque luego pueden completar una serie de desafíos (como encontrar plumas, cazar peces, entre otros) que se pueden encontrar en todo el mapa de París para obtener los trofeos adicionales, algunos de los cuales tienen un elevado nivel de dificultad implicado, por tener que hacer movimientos muy precisos o batir un récord de tiempo bastante desafiante. Esto puede hacer que la duración final del juego se incremente bastante, si es que queremos sacar 3 estrellas en todos los desafíos. Todo esto no se podría lograr si Eagle Flight no fuese un juego de mundo abierto, un sandbox al fin y al cabo, tal como Assassin’s Creed o Watchdogs.
«Aún así, sumando este tipo de misiones y el multijugador, la impresión de que el juego queda corto para la inversión realizada (40 dólares) puede que desanime a muchos de adquirirlo.»
Que forman parte del endgame
Lo cual me parece un gran acierto de parte de Ubisoft. Creo que se le criticaría más si el juego fuese «injugable» o produciera malestares físicos a los jugadores si fuese a 30 fps, que por usar un bajo poligonaje para lograr que corra a 60 fps. Aquellos a los que les importan más los gráficos, probablemente se muestren inconformes, pero bueno, no se puede complacer a todo el mundo, ¿verdad?
Es por ello que Eagle Flight está compensado por la parte artística, con una interesante interpretación de París deshabitada por los humanos. Puedes dejarte llevar por la sensación de lanzarse en picada entre los edificios, remontar el vuelo o acelerar bajo los puentes del río Sena. Ya puestos, la ciudad ofrece toda clase de lugares emblemáticos, como Notre Dame, el Louvre, el Sacre Coeur o la torre Eiffel. Incluso podemos movernos por los túneles del metro o las catacumbas del subsuelo parisino. Todo ello, mientras una voz nos narra el avance de nuestro protagonista, al más puro estilo de los documentales de la Nat Geo o Animal Planet.
Suena simple, pero es bastante divertido y adictivo, por la adrenalina misma de volar, de que tienes un contador de tiempo y particularmente cuando consigues atrapar la presa y la estás llevando a tu nido, sabiendo que tus rivales estarán siguiéndote el paso y atacándote incluso desde la retaguardia, lo que te obliga a ser creativo y de rápidos reflejos si quieres esquivarlos.
Después de haber aprendido en el modo historia las distintas mecánicas de vuelo y combate, estamos preparados para el modo multijugador. El concepto es muy bueno, aunque un poco irreal tomando en cuenta que las aves en el juego son capaces de atacarse físicamente entre sí usando ondas de gritos, chirridos y escudos protectores cual si fueran producto de magia. Ok, en videojuegos hay cosas que no siguen la lógica, y justamente el hecho de que el concepto funcione en la jugabilidad es lo que les permite al equipo de Ubisoft tomarse ese tipo de licencias.
Como el título de esta sección lo señala, el concepto es básico: atrapar la presa y llevarla a tu nido. Para esto, tendrás que enfrentarte y evitar los ataques enemigos, ya sea esquivándolos volando bajo para confundir o atacándolo directamente.
Creo que el multijugador se pudo haber aprovechado mejor incluyendo otros modos, pero si tuviera que resumir mi impresión, diría que para nada me ha decepcionado. Aún así, es criticable que en modo multijugador no se haya habilitado la opción de chat de voz, teniendo en cuenta que las gafas de Realidad Virtual vienen con la posibilidad de añadirles audífonos con micrófono.
Eagle Flight es una buena y muy interesante experiencia para la realidad virtual. La oportunidad de poder volar por París desde la perspectiva de un ave te provoca una sensación inigualable que no se queda como una simple demo de experiencia VR sino que se vuelve un juego desafiante. Aún así, el concepto hace que su duración no pueda extenderse más de la cuenta, por lo que probablemente jugadores que no le tienen mucha fe a Ubisoft difícilmente quieran pagar 40 dólares por arriesgarse, aún cuando de momento los juegos de realidad virtual no duren demasiado, por el alto costo de producción. Las carencias que tiene son inherentes al nivel de desarrollo de esta tecnología, por lo que si tenemos presente que es uno de los primeros juegos de una tecnología que apenas está aprendiendo a dar sus primeros pasos, puede que lo disfrutemos bastante.
El presente análisis de Eagle Flight fue realizado con un código de descarga para PlayStation VR brindada por Ubisoft.
Lo positivo:
Lo negativo:
