Publicado: 12 de febrero del 2017
Nioh es un juego del que me esperaba muy poco, pero felizmente me equivoqué.
Y es que cuando te pintan que un juego va a ser técnicamente una copia de otro, no es que me emocione demasiado que digamos. Pero no, partiendo de que es un juego que lleva prácticamente 13 años de desarrollo, resulta complicado sintetizar lo que Nioh es, simplemente comparándolo con algo. Anunciado oficialmente allá por el 2004 por Koei bajo el nombre provisional de Oni (el cual tuvo que ser cambiado por tener Bungie un juego con el mismo nombre), este título iba a estar programado inicialmente para la PS3, teniendo inicialmente como fecha de lanzamiento la mitad de año del 2006. Pero no sería hasta más de 9 años más tarde de aquella fecha, precisamente durante el Tokyo Game Show 2015, que se reanunció su desarrollo.
No es noticia nueva para nadie el mencionar que el juego toma varios elementos de otros títulos como Ninja Gaiden, Dark Souls, Bloodborne e incluso Onimusha, qué duda cabe, pero luego de las más de 60 horas que me ha tomado darle la primera pasada (el problema de andarse deteniendo en misiones secundarias), puedo decir que Nioh, el Action RPG diseñado por Team Ninja es un título que es capaz de brillar por su propia cuenta, y que probablemente sea recordado como uno de los títulos más entretenidos del año.
¿Quieres saber por qué? Repasa con nosotros nuestro análisis de Nioh, la más reciente exclusiva de PS4 y veamos qué nos trae.
El protagonista de nuestra historia es William Adams que no es más ni menos que el primer samurai occidental en tierras japonesas (a decir verdad, el primer samurai extranjero fue uno africano). Éste es un personaje que verdaderamente existió y cuya fama creció en el Japón de principios del siglo XVII, en la transición del período Sengoku al período Edo y la creación del shogunato Tokugawa, (y pocos años después de la muerte de Oda Nobunaga el quizá más célebre señor feudal del que en un curso de Historia japonesa se pueda escuchar). Durante este tiempo se llevaban a cabo las guerras civiles entre clanes en este país, hasta la consolidación del mencionado shogunato (que a su vez duró hasta la Restauración Meiji, lo cual si no lo sabemos por historia lo podemos haber sabido viendo Rurouni Kenshin).
La trama consiste en que William, llega a Japón en búsqueda de su enemigo Edward Kelley, quien le ha robado a su espíritu protector Saoirse (que se pronuncia como «sirsha»). Kelley, se encuentra en Japón en búsqueda de Amrita, un misterioso y poderoso mineral parecido al oro, que es buscado por la corona británica para usarlo como herramienta para vencer a los españoles en la guerra.
Con este objetivo en mente, tendrás que agenciártelas para combatir en favor de Tokugawa Ieyasu contra soldados, demonios y poderosos espíritus encarnados llamados Yokai, mientras conoces a nuevos personajes que te ayudarán a descubrir que hay detrás de este círculo de muerte. Para no spoilear, sólo diré que el final deja la puerta abierta como para una próxima secuela del juego, aunque a nivel narrativo no ha sido lo más destacable aquí.
Es en el combate donde encontramos las similitudes con la saga de FromSoftware. Ojo consideramos que no es un pecado compararlos porque si nos piden una explicación corta y breve sobre el mismo quizá sea lo primero que se nos venga a la mente («Dark Souls con samurais» o incluso «mezcla de Bloodborne con Onimusha»), además que toma de la saga Souls cierta cantidad de elementos como por ejemplo:
Si bien es cierto que de juegos como Ninja Gaiden (otra obra del Team Ninja) extraen el tema de lo ágil de la jugabilidad, esto se combina con la estrategia antes de afrontar enemigos, teniendo en cuenta que a veces es mucho más inteligente ir separando algunos del resto, porque si llegan a alertarse todos y se te juntan, las cosas se te hacen mucho más complicadas. Tienes a la mano shurikens, kunais, piedras, trampas, esencias venenosas o paralizantes que incluso puedes mezclar con tus armas para provocar un efecto especial en contra de los enemigos y tener menos desventajas frente a éstos.
«De otros juegos se tomaron elementos como la exploración de dungeons y recojo de loot al vencer enemigos de Diablo; el estilo de arte, los personajes míticos del antiguo Japón y uso de habilidades especiales elementales como en Onimusha… Todo esto puede ser argumento para decir «Ok, no merecen nada porque no están haciendo nada nuevo», pero habría que preguntarse si cualquiera podría tomar diversos elementos de varios juegos y hacer que realmente funcionen y lo hagan muy bien. Después de todo, ¿acaso todos los juegos tienen que «reinventar la rueda» para ser exitosos? Desde una perspectiva de diseñador de videojuegos me puedo animar a dar una respuesta: NO.»
Nioh se empieza a consolidar con una identidad propia a partir de que cuentas con 3 distintas rutas de desarrollo de habilidades, cada una con un entrenamiento diferente. Además son independientes uno del otro y que brindan al jugador un enorme abanico de posibilidades en combate para armar un estilo más personalizado al entablar luchas contra sus enemigos. Para poder explorarlas es necesario que tengas mucha paciencia, porque si toma algo de la saga Souls, es el nivel de dificultad/gratificación al combatir y vencer rivales. Y claro, morir una y otra vez también forma parte del ciclo.
El principal camino, que debes aprender desde el inicio del juego y que, bien al inicio o al final, es el que terminará inflingiendo más daño en los rivales. Si bien resulta algo limitado al principio (lo cual en lo personal no me gustó porque vengo de jugar los títulos de la saga Souls y pasar por un tutorial puede ser cansino) conforme avancen las horas, las posibilidades serán infinitas (exagero, pero de verdad hay muchas posibilidades). El tema de la estrategia a la hora de combatir es crucial, porque si te mandas con todo y te quedas sin energía en frente del enemigo, te vuelves un objetivo totalmente vulnerable.
Lo interesante de esto es que así como tú, también tus enemigos se ven afectados por una inadecuada racionalización de su Ki por lo que, con la estrategia adecuada, es posible vencer a rivales de mucho mayor nivel, aunque para ello las luchas puedan resultar ser muy prolongadas, pero que valen la pena por el loot que arrojan. Como ejemplo, les mostraré un video de una pelea contra el primer espectro (rastro dejado por la muerte de un jugador real y que es controlado por una IA en base al equipamiento y stats que tiene ese jugador) que me encontré casi al inicio del juego, al que me enfrenté siendo nivel 1. Curiosamente el nombre de aquel usuario me parece haberlo visto antes…
En esencia, son 3 las estilos de combate (high, medium y low) que puedes tener en el camino samurai, dando a cada arma movimientos diferentes basados en estos estilos, dependiendo de tu intercambio entre ellas durante el juego. Este intercambio puede hacerse casi instantáneo conforme te vayas acostumbrando, lo cual te da una flexibilidad enorme a la hora de combatir enemigos, pero también te da una sensación de omnipotencia que a la larga, termina enfrentándote con una amarga realidad: estás muy lejos de serlo. Las razones son principalmente las siguientes:
Así como existen diferentes estilos de combate, tenemos también diferentes tipos de armas que se pueden adaptar a ello, tanto de corta como de larga distancia. Dentro de las que son de corta distancia tenemos a la katana, la katana doble, la lanza, el hacha y la kusarigama. Por otro lado, en larga distancia tenemos al arco, el rifle y el cañón de mano. A esto se tiene que agregar que cada una de estas armas tiene su propio árbol de habilidades, el cual incluye tanto habilidades activas como pasivas. Éste es un añadido muy valioso, ya que brinda mayor personalización para el estilo del jugador.
Para aquellos que prefieran un estilo mucho más ágil, tenemos al Ninja. Aunque este estilo posee un equipamiento mucho más ligero y vulnerable al que tiene el samurai, justamente eso provoca que nuestros movimientos puedan ser mucho más ágiles y que nuestro Ki difícilmente se agote, además de combinar estos movimientos con una serie de armas y complementos como shurikens, kunais, venenos, paralizantes, entre otros. El uso estratégico de estos, puede otorgarte enormes ventajas en un combate, ya sea contra enemigos humanos, yokai, o incluso jugadores reales. Ojo, si tu camino a seguir es éste, la construcción de tus estadísticas debería ir orientado a tal fin (sacrificar algunos stats en pro de la agilidad).
La tercera ruta de entrenamiento es la de la magia, para lo cual tendrás a tu favor las fortalezas de los espíritus guardianes que encuentres en tu travesía, además de los que inicialmente puedas escoger:
Kato: Espíritu del fuego en forma de zorro, que además de darte el poder elemental de fuego otorga una bendición de poder al poseedor.
Isonade: Espíritu del agua en forma de tiburón, que además de darte el poder elemental del agua otorga una bendición de resistencia al poseedor.
Daiba-Washi: Espíritu del viento en forma de halcón, que además de darte el poder elemental del viento otorga una bendición de evasión al poseedor.
Es importante que puedas conjugar estas habilidades mágicas con las afinidades elementales de tu equipamiento, el cual en muchos casos podrás ir mejorando gracias al uso de talismanes especiales o a la mecánica de crafting que también posee el juego de manera muy acertada.
Como dije líneas atrás, en el transcurso de tu aventura puedes ir desbloqueando nuevos espíritus guardianes, entre los cuales podrás intercambiar cada vez que pases por un santuario. De este modo, puedes escoger para cada pelea el que mejor se acomode a la situación que vayas a enfrentar en ese momento. Al activar sus poderes (que se llenan mediante el combate o usando piedras especiales), se te otorgan unos breves segundos de invulnerabilidad, además de potenciar tus armas de modo que te puedan salvar de manera providencial cuando estés en aprietos.
En ocasiones, las peleas pueden ser duras y prolongadas, además que la salud de varios boss puede ser desmedida, así que si lo que quieres, por ejemplo, es pasar el juego lo más rápido posible (ustedes saben, cosas de reviews) una muy buena alternativa es invocar a un compañero online para que nos ayude con la tarea. Aquí la diferencia con los juegos de FromSoftware radica en que, para poder invocar a un jugador, necesitas estar en uno de los santuarios y dejar una taza especial que encontrarás como loot de algunos enemigos. El problema es que esto puede tomar desde unos segundos hasta en ocasiones más de media hora, a diferencia de cuando invocas a alguien en Dark Souls, en donde te toma tan sólo unos segundos invocar a un guardián desde la marca que éste dejó en el suelo. Normalmente pondría esto como punto negativo, pero entiendo que para el momento en que jugaba (antes de la salida oficial) no había la suficiente cantidad de jugadores para que las invocaciones sean más frecuentes.
Aún así, esto no quita el hecho de que Nioh sea un juego largo y desafiante, que no está hecho, vale repetir, para aquellos que no tengan paciencia. Las batallas pueden extenderse por varios minutos y un sólo descuido puede ser motivo de que pierdas nuevamente tiempo al morir. Quizá la vida de algunos jefes debió estar un poco mejor balanceada.
Sobre el aspecto gráfico, me parece muy bueno que Nioh te dé la opcion de decidir si prefieres verlo a mayor resolución o a mejor tasa de FPS. Cualquiera que respete y valore la jugabilidad (sobre todo en un juego así), sabrá aprovechar la opción de tener mejor tasa de frames por segundo, pero para aquellos que simplemente no la prefieren está la otra alternativa. Según lo escuchado, en PS4 Pro tienes la opción de jugarlo en 4K a 30 fps o en 1080p a 60 fps, mientras que en mi versión de PS4 normal, podía jugarlo en 1080p a 30 fps o en 720 a 60 fps. La decisión es completamente tuya y eso es un gran plus que los desarrolladores nos ofrecen.
Fuera de eso, y salvo algunos pequeños y ocasionales bugs, la experiencia ha resultado bastante agradable. Los efectos de las escenas de acción han sido pulidos y muy difícilmente he sentido bajones de frame rate, aún con lo sobrecargadas que podían estar algunas escenas. Por ello se aplaude que se hayan tomado el tiempo suficiente de trabajar en ello.
Lo mencioné antes: Nioh es un juego en el que sacar todo lo que necesitas y conseguir todos los trofeos puede tomarte tranquilamente más de 100 horas, por lo que es una excelente inversión para aquellos que valoran las horas de diversión por cada sol invertido.
Dentro de los coleccionables tenemos los kodamas (ranas que te brindan bendiciones especiales en los santuarios), las fuentes termales (técnicamente no es coleccionable pero necesitas visitarlas todas para un trofeo), los gestos (necesitas 40 para un trofeo) y los espíritus guardianes (aunque los consigues de manera automática conforme avanza la historia).
Además tenemos las misiones de ocaso, que constituyen una pesadilla en cuanto a nivel de dificultad, pero que también retan al más valiente a probar sus habilidades. Si queremos conseguir el trofeo platino del juego tendremos que terminarlas así como también las misiones secundarias del juego (aunque estas últimas se vuelven repetitivas con el pasar de las horas).
Nioh es un título que toma varias cosas de otros juegos, es innegable, pero desarrolla varias cosas que lo hacen brillar por su propia cuenta. Su pulido y ágil sistema de combate, además de las diferentes posibilidades para personalizar tu armadura y armas te pueden brindar más de 100 horas de juego, aunque su narrativa y repetitividad en misiones secundarias no son los elementos que te puede terminar enganchando.
Nota: El análisis de Nioh fue realizado con una código de descarga digital brindado por Sony para la PlayStation 4.
Lo positivo:
Lo negativo: