En solo unas horas, Undertale logra que sus divertidos personajes, su curioso mundo y sus múltiples decisiones enamoren al jugador

No hay dudas de que, en términos de popularidad, Undertale es el juego indie más grande de toda la década. La popularidad que este juego rápidamente alcanzó lo ha llevado a un estatus bastante especial dentro de sus notables limitaciones. A pesar de ser hecho por un solo par de personas (principalmente Toby Fox), este título ha enamorado al internet. El impacto de este proyecto ha sido tan grande que hasta encontró una manera de llegar a Super Smash Bros. Y este impacto está conectado con la magia que todo Undertale irradia.

Undertale

Lo primero que hace a Undertale destacar es que el jugador tiene la opción de no matar a ninguno de sus oponentes. Al tratarse de un juego de rol, lo normal es que matar a tus oponentes sea tu única opción. Sin embargo, este juego no se olvida de la forma en la que resuelves los conflictos. De por sí, esto sería interesante, pero la creatividad de los monstruos enemigos es muy llamativa. Al inicio de la experiencia, los monstruos parecen ser, solo eso, mounstros. Sin embargo, el verlos constántemente puede hacer que el jugador se encariñe con este mundo.

Y eso es sin tomar en cuenta su elenco de personajes principales. Si bien estos no tienen mucho tiempo para desarrollar sus personalidades, los momentos en los que interactuan con el jugador son instantáneamente memorables. Se vuelven cercanos al jugador, y si este decide cosechar la amistad con ellos, llegará a ver un final que es conmovedor como pocos juegos lo son. No es común que un elenco sea tan carismático, pero Undertale lo logra con una mezcla de diversión y corazón.

Undertale

Es este corazón y esta creatividad lo que hacen a Undertale uno de los mejores juegos de la década.