Dos desarrolladores que solían trabajar en los juegos modernos de Wolfenstein han formado el estudio Bad Yolk en Suecia

El estudio creador de los juegos modernos de Wolfenstein ha tenido una historia peculiar y un poco perturbadora si lo piensan. Un día antes de que MachineGames (empresa en cuestión) fuera comprada por Bethesda, su director principal renunció a la empresa. Ahora, después de dos títulos de gran escala, dos de sus integrantes han tomado una decisión bastante interesante. Estos trabajadores han creado un estudio desarrollador de videojuegos enfocado en tratar bien a sus trabajadores. Esta empresa se llama Bad Yolk.

Wolfenstein

Las dos cabezas de Bad Yolk son Michael Paixao y Joel Jonsson, artistas técnicos de MachineGames. Diez desarrolladores que han trabajado en franquicias como Gears of War y The Division los han acompañado. Su meta como cabezas de un nuevo estudio es crear un balance entre vida y trabajo para no desgastar a sus desarrolladores. Para una industria tristemente sumergida en los abusos laborales y explotación descontrolada, esta meta es admirable y todo estudio debería buscar algo parecido.

Por supuesto, la creación de Bad Yolk es resultado de una intensa lucha. Paixao y Jonsson comentario que hubo una demanda con Zenimax Media (dueños de Bethesda) debido a que la ley sueca declara que deben tratar a los trabajadores justamente. Para la sorpresa del mundo, este caso llegó hasta la suprema corte sueca y resultará en cambios permanentes en las leyes laborales suecas.

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Si bien ambos juegos de MachineGames han sido bastante respetables (The New Order y The New Colossus), ningún juego que lleve a la explotación laboral vale la pena. Y Bethesda no tiene el mejor récord en cuanto a colaboración y ambiente laboral. El agonizante cuerpo de Human Head, que parece haber sido despedazado por Zenimax, es ejemplo de esto.