Mientras continúan los tiroteos y ataques con armas de fuego en escuelas de Estados Unidos, un sector de la sociedad está buscando culpables, fuera de la fácil disponibilidad de armas de fuego. Lamentablemente, los videojuegos han sido señalados como tal por algunos, y su mensaje ha encontrado respuesta entre los norteamericanos.

En una escuela de Florida, los padres y maestros crearon un evento conocido como “Violent Video Game Toss”, o evento de “arrojar los videojuegos violentos”. En dicha ocasión, decenas de estudiantes llevaron algunos discos de videojuegos considerados violentos para abandonarlos, y prometieron no volver a jugar uno de ese tipo. Entre los discos se encontraban ejemplares de GTA 5, Halo, PUBG, entre otros.

“Queríamos hacer un cambio luego del tiroteo (el de Florida el pasado 14 de febrero), así que nos juntamos e hicimos esto para que las personas puedan botar todos sus juegos”, comentó un estudiante. Otro afirmó que los videojuegos violentos son malos porque “tienen sangre” y “no son positivos”, según reporta Gamerant.

Además el colegio realizó una presentación sobre por qué los videojuegos deben ser limitados. Esto parece estar en línea con lo que algunos políticos norteamericanos han venido diciendo, desde gobernadores estatales, hasta el presidente Donald Trump. Quien por cierto, se reunirá con representantes de la industria del gaming en los próximos días.

Es así que continúa el debate de años sobre qué tan responsables son los videojuegos de incentivar acciones criminales. Mientras tanto, conseguir armamento de asalto en los Estados Unidos sigue siendo tan fácil como comprar un juguete o algo de comer en muchas partes del país.