Hace unas horas, la Corte Suprema de los Estados Unidos anuló una ley que prohibía las apuestas en línea sobre deportes convencionales y eSports. De esta manera, los estados del país norteamericano podrán volver a abrir las puertas o regular las apuestas en estas disciplinas deportivas.

Y si tenemos en cuenta que la industria de las apuestas en eSports ya había llegado a 5 mil millones de dólares el año pasado, esta apertura de Estados Unidos solo servirá para abrir el mercado aún más. Actualmente, juegos como Counter-Strike, Dota 2, League of Legends, Rocket League, Overwatch, Starcraft 2, Hearthstone, entre otros, pueden ser objeto de apuestas, mediante webs que están alojadas y funcionando en diversos países del mundo.

Por supuesto, esto también trae posibilidades negativas. El riesgo de match fixing y arreglo de partidas es latente, y se ha vuelto común en regiones de Asia, Europa y Sudamérica. Además, esto podría interferir en las crecientes regulaciones sobre microtransacciones y cajas de loot, ya que ambos estarían conectados en la posibilidad de facilitar apuestas con menores de edad.

La propia Steam había comenzado a golpear a los sitios de apuestas de skins e ítems de juegos como Dota 2 y CS:GO desde el 2016, aunque estos todavía sobreviven. Y diversos escándalos de match fixing continúan ocurriendo en varias partes del mundo.